lunes, 9 de noviembre de 2009

Cruza...


Pero la curiosidad hizo que permaneciera quieto en el silencio un instante más bajo aquella lluvia húmeda e intensa que caía sobre la pequeña ciudad. Unos minutos más tarde empezaron a oírse los chapoteos de unos pasos que se acercaban; ya muy cerca, cuando la lluvia parecía calmarse, una sombra, sin cara alguna, se abalanzó sobre mí dejándome ver un gato negro cruzando la calle…en aquél momento quise saber que era el final, mi final...

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