viernes, 27 de noviembre de 2009

PALABRAS OCULTAS



Le vi pedalear,
igual que el mar
cuando no sabe nadar.

Le escuché cantar
y se puso a llover.
Qué canto más triste.

Le noté llorar,
con sus lágrimas agrias
que me tocó probar.

Le vi balbucear,
intentaba hablar
sin buenos resultados.

Le vi pensar solo.
Un pensamiento fugitivo.
Una mente que se escapaba.

Le observé recoger,
atentamente recogía
sólo lo que podía.

Le vi jugar, jugando
se despidió del juego
y se fugó con él.


Le noté rodar por el mundo,
al fin se encontró con alguien.
Era su pariente.

Seguí y me encontré a mí.
Que cautivo y honrado
era mi yo prójimo.




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