Cuando escucho una canción, exploro un mundo distinto, un mundo que varía con cada estilo de música que escucho dependiendo de mis sensaciones, emociones y estados de ánimo: un mundo triste y oscuro cuando estoy deprimida, uno rojo y agresivo cuando me siento enfadada y uno de colores vivos cuando estoy optimista.
Y es que, ¿quién no se siente identificado con, ni que sea, sólo una frase de una letra? ¿A quién no le resulta agradable una melodía, un solo de guitarra o unos sutiles acordes al piano?
Nuestra vida está repleta de música. Cada día, sin querer, escuchamos un silbido, un suspiro, leves notas...
A mí, dondequiera que vaya me sorprende un tornado de corcheas y semicorcheas que me envuelve como un vestido.
También, a veces, un tsunami de inspiración y creatividad me arrolla y necesito escribir lo que me ha venido a la cabeza.
No hay exhalación sin inhalación, no hay uña sin carne, no existe un mañana si no hay un hoy... y no existe la música si no hay amor.
Intentad pensar en sólo una canción que no tenga nada que ver con el amor o la amistad. ¿No se os ocurre ninguna, verdad? Prácticamente no las hay, por no decir que no hay ninguna: el amor es el motor de la música.
¿Quién inventó la música? Pues no lo sé. Pero quienquiera que fuese, me declaro su fan.

♥ Sort de poder tenir una paraula que uneixi tot allò tan diferent...
ResponderEliminarJo també sóc fan del que va inventar la música :D
ResponderEliminar