La métrica de este poema está compuesta por nueve estrofas (serventesios) de cuatro versos alejandrinos (catorce sílabas) de arte mayor con rima consonante que se repite en todos los versos. Hay una excepción en el verso veintiséis que tiene doce sílabas.
Utiliza una serie de recursos estilísticos, los más destacados son; el hipérbaton, en el verso cuarto y en el quinto. También vemos la anáfora, en el verso treinta y dos. Observamos también el paralelismo, en los versos uno, tres, cuatro, treinta y uno y treinta y dos. Por ultimo, la metáfora, en el verso catorce.
En la primera estrofa describe su trayectoria vital, la nostalgia del recuerdo de un patio de Sevilla en el que vivió una infancia feliz. También explica la tragedia que sufrió en Castilla, cuando se enteró de la muerte de su abuelo. En la segunda estrofa vemos el desarrollo de su concepción sobre el amor, diciendo que no tenía mucho éxito aunque también se enamoró y especialmente, le gustaban las mujeres hospitalarias. En la tercera estrofa describe su personalidad, de sangre revolucionaria aunque su poesía es moderada. Esta estrofa también refleja la manera de escribir que tenía este poeta, escribía lo que creía no lo que había aprendido. Vemos, también, la orientación política que tenía, de carácter republicano, que le causó su exilio a Francia en el año 36. En la cuarta estrofa refleja su rechazo al modernismo, mostrando su desprecio por las formas y estética moderna de la poesía. En la quinta estrofa muestra la autenticidad que exige su palabra poética, no le gustan los poemas sin mensaje ni los falsos poetas imitadores. En la sexta estrofa se centra en su actitud austera y sencilla. Muestra un carácter desorientado en relación a la literatura. En la séptima estrofa reflexiona en su interior para encontrar la esencia del hombre. De hecho, insinúa que habla solo y de esta manera se comunica con Dios. En la octava, refleja su sentido de la independencia. Se siente una persona autosuficiente porque él mismo paga sus gastos y trabaja para ganar dinero. En la novena estrofa, y última, muestra su visión de su muerte. Diciendo que cuando se muera no va a volver y que se irá con muy pocas cosas (por eso dice ligero de equipaje), casi con nada, como los pobres.
Antonio Machado era republicano y se apostaba dentro del liberalismo reformista de las clases medias. Pero sus ideas ganarán en radicalismo con el paso del tiempo y con el contacto con la realidad andaluza, de fuertes desigualdades sociales y ante los movimientos obreros, con los que simpatizó pronto.
Por otro lado, la relación del poeta con los demás escritores de su generación fue fría y tardía. Aun que admiró en especial a Unamuno, pese a sus diferencias ideológicas.
Francesc Cuellar, Francesc Perea y Marta Cubero
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